Definición de la gerencia social comunitaria y su importancia en la actualidad.

La gerencia social comunitaria es un enfoque de gestión que busca promover el desarrollo y el bienestar de las comunidades, involucrando a los actores locales en la toma de decisiones y la implementación de proyectos y políticas sociales. Se basa en la participación activa de los miembros de la comunidad, organizaciones de base, líderes comunitarios y otros actores relevantes.

La gerencia social comunitaria se enfoca en identificar y abordar las necesidades y problemas sociales de una comunidad específica, teniendo en cuenta sus particularidades culturales, económicas y sociales. Busca fortalecer las capacidades de la comunidad, promoviendo la inclusión, la equidad y la justicia social. También fomenta la colaboración entre los diferentes actores involucrados, como el gobierno, las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y la propia comunidad.

La importancia de la gerencia social comunitaria radica en que pone énfasis en la participación ciudadana y el empoderamiento de las comunidades. Permite que las personas se involucren activamente en la identificación de sus necesidades, la formulación de soluciones y la implementación de proyectos. Esto genera un mayor sentido de pertenencia, responsabilidad y compromiso con el desarrollo de la comunidad.

Además, la gerencia social comunitaria contribuye a la sostenibilidad de las intervenciones sociales, ya que las decisiones y acciones se construyen de manera colectiva y se adaptan a las realidades y contextos locales. Al promover la participación y la inclusión, se busca evitar la imposición de soluciones externas que pueden no ser adecuadas o sostenibles a largo plazo.

En la actualidad, la gerencia social comunitaria cobra aún más importancia debido a los desafíos sociales y económicos que enfrentan muchas comunidades. Ayuda a fortalecer la cohesión social, la solidaridad y la capacidad de resiliencia de las comunidades frente a situaciones de crisis o desigualdad. Además, contribuye a la construcción de sociedades más justas e inclusivas, donde todos los miembros tengan la oportunidad de participar y beneficiarse del desarrollo social y económico.